Después de lo dicho por Julio Pérez y por José Luis Piquero (y antes por Felipe Sánchez) ¿qué más puede decir uno sin correr el riesgo de caer en la redundancia? Me siento afortunado. Nunca pensé que los milagros germelinos me acercarían tanto a tanta buena gente que me rodea, y mucho menos que fueran la coartada perfecta para pasar un findeliterariofestivo.
En la Villa necesitabamos un pequeño milagro fotográfico y se nos apareció Sebastián Redero
La terna anunciada
Estuvieron todos los que tenían que estar y algunos más.
Con mis chicas
Mi tío firmando su edición de lujo
Con mis leales de La Piltra
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